Ayer concluyó el torneo que se ha venido jugando durante todo el fin de semana donde seis martintxos han estado luchando como los guerreros que son. El torneo comenzó el sábado a las 10:00 de la mañana en Arraste-Mondragón. Los jugadores estuvieron separados en dos salas distintas, en plantas separadas. Hasta cuatro árbitros o responsables estaban pendientes de las partidas y de que todo saliese como debía. Lamentablemente no todo fue tan estupendo como debería. Nos parece que hay que denunciar que una persona clasificada de Álava no recibiese comida como el resto de los participantes y que se usase un argumento muy pobre para justificar que a una persona con necesidades alimentarias especiales se le dejase sin comer en un torneo escolar donde nos parece que ser inclusivo e integrar a todos los participantes debería ser primordial. No creemos que no se pudiese, creemos que no se quiso. Es muy sencillo y de habernos preguntado o de haber tenido el mínimo interés en que es...